Por Leo Reyes
El Nacional
Sin ánimo de socaliñar, el Gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) rindió a Joaquín Balaguer, en ocasión del centenario de su nacimiento, un homenaje muy superior en trascendencia y solemnidad, que el que tributó al profesor Juan Bosch con motivo del aniversario de su muerte.
Quizás porque al de casa se deja para el final, el Gobierno del presidente Leonel Fernández quiso mostrar al mundo la grandeza de Balaguer como estadista y, de paso, reafirmar el testimonio de la gratitud por la armadura del Frente Patriótico.
Modelo para él en muchas cosas, Fernández definió a Balaguer como uno de los hombres de mayor inteligencia, capacidad de trabajo y sentido patriótico y lo absolvió de ser parte del régimen trujillista como, argumentó, "no podemos condenar al rey Juan Carlos porque se formó durante el período franquista".
La tribuna utilizada para el homenaje fue el recinto del Palacio Nacional, la segunda casa de Balaguer -aunque para algunos la primera-, donde el presidente Fernández, en son de broma, utilizó la expresión de que "no es bueno cambiar de caballo, cuando se está vadeando un río".
La expresión, tomada del discurso de Abraham Lincoln ante los asambleístas, reunidos en Baltimore, que lo proclamaron para un segundo período presidencial, sirvió a Balaguer para justificar su reelección en aquel famoso mensaje dirigido al país en marzo de 1970.
"El verme llamado por segunda vez para ocupar el solio presidencial no lo interpreto en modo alguno como atención personal, sino como la expresión del pensamiento general de que para llevar a término una obra difícil quizás sea yo más a propósito que cualquiera otro que no hubiera pasado por tan dura prueba. Yo no creo, señores, ser el hombre que más vale en el mundo pero recuerdo siempre la historia de aquel aldeano holandés que yendo de paseo decía a sus acompañantes que no es bueno cambiar de caballo cuando se está vadeando un río", repetía Balaguer de Lincoln. .
En la ceremonia al líder reformista estuvieron presentes su ex vicepresidente y actual canciller Carlos Morales Troncoso, el precandidato presidencial Amable Aristy Castro y Joaquín Ricardo.
En una ceremonia paralela, en el Museo de las Casas Reales, estaban Rafael Bello Andino, Federico Antún Batlle y otros tantos dirigentes reformistas que acudieron a la puesta en circulación de la obra de Balaguer y a la entrega de los cuadernillos con las charlas de Manuel Mora Serrano, Eugenio Pérez Montás, Fernando Pérez Memén y Víctor Bisonó Haza sobre diferentes perfiles del líder reformista.
En el tributo de Palacio le tocó la palabra al doctor Marino Vinicio Castillo, quien resaltó la consagración del siete veces presidente a la reforma agraria.
Vincho -- un hombre tan admirado por Balaguer que llegó a considerarlo el dominicano más brillante de su generación-- definió al cantor de "Tebaida Lírica" como un hombre del porvenir.
La apreciación de Balaguer sobre el eminente jurista francomarocisano, la hace en el prólogo que escribió a la obra "Al Cabo de Cien Años", de Rafael Augusto Sánchez.
Otro intelectual dominicano, Ramón A. Font Bernard, taquígrafo de Palacio durante la dictadura y una especie de secretario de prensa de Balaguer, habló sobre el político destinista que, por su fe cristiana, escapó en la muerte en varias ocasiones.
En uno de sus discursos políticos del año 1970, el autor de La Palabra Encadenada llegó a definirse como un instrumento del destino. Balaguer murió el 14 de julio de 2002.
El presidente Fernández acudió a La Vega con algunos de sus más cercanos colaboradores y dirigentes peledeístas-- Luis de León entre ellos-- a rendir homenaje al fundador del PLD, en ocasión del quinto aniversario de su muerte acaecida el primero de noviembre de 2001.
Al salir de allí doctor Fernández, que se parece mucho más a Balaguer que Bosch, habló de su proyecto de "revolución democrática".
Para los que gustan de contatilizar gastos, no resulta difícil con una simple operación aritmética saber cuánto gastaron el Gobierno y el PLD en el tributo a Bosch.
Sin mezquindades, más difícil quizás les resulte saber cuánto costó el homenaje, cuyo merecimiento no se cuestiona, al doctor Balaguer en el Salón de las Cariátides.
Bosch nació el 30 de junio de 1909, Día del Maestro.
Balaguer nació el primero de septiembre de 1906, día de San Arturo, quemado vivo por los musulmanes en Babilonia.