Entidades defensoras de los animales protestaron hoy por el castigo y posterior muerte a garrotazos del burro que mató a patadas y mordiscos al agricultor Luis Antonio Cruz Henríquez, en Ranchito Piché, de Jacagua, Santiago.
El abogado penalista, doctor Ramón Pina Acevedo, dijo que no hay ley para castigar a los animales, al igual que a quienes lo mataron. La ley solamente contempla multas insignificantes.
No obstante, el doctor Pina Acevedo dijo que se ha cometido una violación a las disposiciones sobre protección de los animales.
Sostuvo que los animales no son penalmente responsables, por lo que cuando un animal causa un daño el dueño es el responsable.
En este caso, la víctima del burro fue su dueño, y parientes del agricultor lo mataron a garrotazos.
Las penas imputables a quienes abusan de los animales son de tipo contravencionales, por lo que no pasan de la imposición de multas insignificantes, explicó Pina Acevedo.
Amaralis Peña, de la Sociedad de Prevención del Abuso a los Animales, consideró una barbaridad las acciones contra ese animal.
Lamentó que no hubiera alguien que interviniera para evitar que mataran al animal, del que dijo pudo haber reaccionado ante probables maltratos de su dueño.
Luisa Pérez Viñas, directora ejecutiva del Patronato Amigo de los Animales, condenó las horribles acciones contra el burro.
"Esto que sucedió en Ranchinto Piché obedece al poco respeto que se le tiene a los animales. Este es un hecho que creemos aislado pero seguramente esto sucede más de lo que nos imaginamos", expresó Pérez Viñas.
Informó que a través del senador José Tomás Pérez, el Patronato sometió al Congreso un proyecto de ley que establezca sanciones para los abusos contra los animales.
En el caso del burro de Ranchito Piché, dijo no explicarse cómo si este animal le rendía un servicio, al parecer el dueño lo maltrataba.
Sostuvo que los animales solamente rechanzan a quienes los maltratan.
"Más burros que el burro". Así definió la abogada Yndira Olivero a los que maltrataron al burro por haber matado al agricultor.
Consideró como una barbaridad el castigo al que sometieron al burro y coincidió con quienes creen que el animal reaccionó ante probables atropellos del dueño.
Dijo que a pesar de la escasa doctrina legal existente en la materia, está dispuesta a asumir la defensa del animal.