Buscar valores de equidad y justicia

La representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Gilka Meléndez advirtió ayer que tienen un gran reto de crear nuevos modelos de comportamiento basados en los valores de equidad y justicia, y de buscar nuevas formas de convivencia que fomenten la solidaridad.
La representante del organismo internacional habló al dejar inaugurado el Centro de Intervención Conductual para Hombres de la fiscalía del Distrito Nacional.
En la actividad estuvieron presentes el procurador general de la República, Radhames Jiménez, Jiménez, el fiscal del Distrito Nacional; José Manuel Hernández, monseñor Benito Ángeles, secretario de la Conferencia del Episcopado Dominicano, Luis Verges, encargado del Centro.
Dijo que el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), se siente complacido por la iniciativa de crear el “Centro de Intervención Conductual para Hombres.
“Cuando el Fiscal del Distrito Nacional, Magistrado José Manuel Hernández, me habló sobre su interés de trabajar con los hombres perpetradores de violencia, no pude más que elogiarlo y asegurarle que desde ese momento contaba con la colaboración de nuestra organización; porque la prevención de la violencia intrafamiliar y de pareja, así como la violencia basada en género, históricamente se ha abordado desde un enfoque parcial que invisibiliza la necesidad de trabajar en cambios conductuales del ejercicio de la masculinidad patriarcal de los agresores”, manifestó la representante del UNFPA.
Manifestó que en todo el mundo los hombres han tenido el poder en una amplia gama de situaciones, desde las decisiones personales y de la familia, hasta las decisiones normativas y programáticas adoptadas a todos los niveles de la función pública.
Dijo que los hombres pueden efectuar enormes contribuciones en todos estos desafíos, utilizando su poder para propiciar cambios positivos.
Advirtió que están pendientes grandes desafíos, entre los que citó hacer del hombre un aliado de la salud integral de la mujer.
Destacó que el compromiso debe de estar centrado en crear condiciones adecuadas para que en esta alianza el hombre cuente con la información correcta y con los elementos indispensables para la toma de decisiones.
Sostuvo que está demostrado que la información puede ser la línea divisoria entre la mortalidad y la salud. Cuando las poblaciones pueden ejercer su derecho a la salud, incluyendo la salud materna, hay menos riesgos y mayor calidad de vida.
Manifestó que esto supone un profundo cuestionamiento de los valores que sustentan la masculinidad, entre ellos la idea de la subordinación de las mujeres a los hombres y planteó la necesidad de dejar atrás esos paradigmas anacrónicos.
“La posibilidad de lograr crear relaciones equitativas entre hombres y mujeres; la reducción de riesgos y vulnerabilidades con respecto a la transmisión del VIH y otras infecciones de transmisión sexual; la disminución de uniones tempranas y la reducción de la violencia basada en género y de las otras prácticas dañinas, son parte de los beneficios sociales que implica el involucramiento de los hombres en este nuevo concepto de la masculinidad”, sostuvo Meléndez.
Dijo que los hombres tienen beneficios directos de las relaciones equitativas entre los que citó mayor comodidad con su identidad; mejor entendimiento de sus derechos y obligaciones; una mayor capacidad para negociar las decisiones relacionadas con la sexualidad, la procreación y la crianza de las y los hijos; el aumento del uso anticonceptivo; y aumentos en las tasas de diagnosis y tratamiento del VIH, las infecciones de transmisión sexual, los cánceres, la infertilidad, las disfunciones sexuales y otros problemas psico-sexuales.
Dijo que el Centro de Intervención Conductual para Hombres es un proyecto que debe contar con el apoyo de todas las instituciones públicas y privadas que trabajan con la familia, la mujer, los niños y los adolescentes.