LAS DOS ESPECIES CLASICAS DE POLÍTICOS EXISTENTES
Por Milton Olivo
Hay dos clases de políticos; los Estadistas y los clientelitas. Los Estadistas impulsan el desarrollo de los pueblos. Los clientelitas, la miseria popular y la riqueza de él y sus allegados. Los Estadistas, tienen un conjunto de propuestas claras de como piensan desarrollar el país, y son capaces de explicarlo con todo lujo de detalle. Y saben que el sentido metafísico del existir es impulsar el nivel de evolución de sus hermanos.
Los clientelitas, como realmente no tienen ningún sueño, y el dinero y no lo espiritual es lo que los mueve, solo pueden hablar en termino genéricos sin entrar en detalle, dicen; Resolveré el problema de desempleo. Resolveremos el problema del sector salud. Resolveremos el problema de la educación. Etc., etc.
Los primeros; los Estadistas, al entregarle el poder, es como entregarle un barco. Y estos se proponen multiplicarlos y convertirlo en una flota. De manera que generen riquezas para disponer de los recursos para bienestar de todos.
El cómo hacerlo, es un sueño que acarician resultado de años de estudios, observaciones, análisis y comparaciones. Tienen concepto de la justicia divina y sentido de la autentica grandeza, que no es otra que ser instrumento de la historia para incrementar el bien común y el engrandecimiento de la patria. Y como resultante, conquistar la inmortalidad. Son auténticos generadores de riqueza para el colectivo, en fin verdaderos Estadistas.
Sería el caso de un Estadista, que en el presente, a Siete año del segundo Milenio, llegue a la Presidencia de la Republica, se propondría;
Convertir el Banco de Reservas en el banco de los pobres, y especializarlo en prestamos para impulsar las micros, pequeñas y medianas empresas, a un interés razonable y con facilidades aceptables. Resolver definitivamente el problema eléctrico, sectorizando la generación y con la debida firmeza, prohibiendo que los distribuidores participen en la generación eléctrica, fiscalizando las plantas generadoras para evitar sean apagadas medalaganariamente y que sigan cobrando apagones.
Hacer realidad una industria pesquera nacional, que supla los hoteles, la población y se procese el pescado para ser enlatado para ofertarlo en el mercado nacional e internacional. Realizar una autentica reforma tributaria, que no sea una piedra de molino sobre el cuello de los sectores productivos. Que se proponga hacer realidad una flota mercante nacional, para abaratar el flete y facilitar nuestras exportaciones.
Impulsar un sector agroindustrial nacional, mediante la instalación de plantas de procesamientos de alimentos, para procesar nuestros excedentes agropecuarios y potenciar nuestro potencial exportador. Incentivar, mediante exención fiscal, la atracción de capitales externos, para desarrollar en el país una industria de fabricación de equipos para el aprovechamiento de la energía no convencional. Se propondría convertir nuestra TV en Tele-politécnico y Tele-universidades para erradicar el analfabetismo, preparar en oficios técnicos a nuestros jóvenes y facilitar la educación superior de los interesados.
Relanzaría nuestra industria azucarera para producir Etanol, para reducir la factura petrolera y crear empleos y riqueza en el país. Motivaría la creación de Centros de Educación en alta tecnología en todas las regiones del país, para acelerar la preparación de nuestras Nóbel generaciones en la producción de riqueza al tenor de la civilización del conocimiento. Además, de ser un celoso defensor de nuestros ríos, nuestros bosques, nuestras zonas costeras y nuestras reservas subterráneas de agua.
Por otro lado, y por el contrario, está el políticos clientelita o creador de miseria;
Al entregarle el barco (el poder), como no tiene temor a la justicia divina, ni ninguna visión desarrollista, ni encarna ninguna propuesta trascendental, ni manifiesta ninguna cosmovisión, ni ningún sueño, sencillamente porque para él la política es un asunto PRACTICO, porque él es una persona PRACTICA.
Llega y la primera preocupación es; ¿que tiene el barco para coger y repartir? Primero; coge y reparte la carga que considera prescindible. Luego; los aparejos de navegación. Quizás después las velas y los motores.
Después; comienza a desmantelar la estructura de la nave (el estado). A partir de ahí será un constante corredero para tapar los huecos y sacar el agua de cubierta para evitar que el barco se inunde.
De ahí en adelante el barco (la patria) vivirá en el pasillo, de cuidado intensivo a sala de cirugía. Lo doloroso de toda esta historia, es que el barco simboliza la patria, y los primeros que sufrirán la consecuencia de sus desmanes y de los inconscientes que le siguen, por puro interés personal, serán los niños, los ancianos, y las mujeres.
De manera que hay tantos futuros como decisiones tomemos. Y la verdad es que hay futuro y podemos hacer de nuestra patria un lugar seguro y de bienestar. Y al votar, realmente estamos dándole forma a nuestro futuro y la sociedad que heredaran nuestros hijos. La decisión es mía y es suya!!!!
Milton.olivo@gmail.com