POR ALBERTO CAMINERO
Son inservibles los plásticos con cintas magnéticas genéricas y otros materiales comprados por la Administradora de Riesgos de Salud de las Fuerzas Armadas (ARS-FFAA), por valor de 39 millones de pesos.
Los plásticos fueron rechazados porque no tienen ninguna seguridad y podrían ser falsificados, según se supo en fuentes de la ARS-FFAA envuelta en cuestionamientos económicos por la construcción de un edificio y materiales faltantes en almacén para los carnés a militares afiliados.
La sustitución del director de la ARS-FFAA, general de brigada Matías Damián Encarnación Quevedo, supuestamente por instar a investigar en torno al faltante de 13 millones de pesos en la construcción del edificio, hizo público el lío que data de más de un año y por el que el secretario de las Fuerzas Armadas, teniente general Ramón Antonio Aquino García, había dispuesto varias auditorías.
Se supo que al separarse la ARS del Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas, este último organismo exigía la transferencia de 150 millones de pesos del descuento de un 2.7 por ciento de los sueldos de los militares, a lo que se oponía el general Encarnación Quevedo por no haber soportes contables y legales.
Ese impasse de una junta mixta del ISS-FFAA y la ARS-FFAA llegó hasta el despacho del teniente general Aquino García, quien dispuso una investigación que concluyó con que esos fondos, descontados de los sueldos de los militares desde 2004 hasta febrero de 2006, no tenían que ser transferidos por no haber deuda.
Se dijo que el general Encarnación Quevedo cayó en desgracia cuando solicitó, mediante el oficio 001218 del 23 de noviembre de 2006, rescindir el contrato de construcción del edificio con la empresa Constructora Americana, y que se exigiera la devolución de 13 millones de pesos faltantes por cubicación, según la auditoría de una comisión de ingenieros de las FFAA.
"Es oportuno señalar que en dichas comunicaciones, la firma Constructora Americana expresa su disposición de continuar con la ejecución de la obra, pero no hacen alusión de las partidas correspondientes a los avances entregados por esta institución y que no fueron ejecutados por la referida firma y que motivó el impasse de la paralización de los trabajos", dice un párrafo del oficio del general Encarnación Quevedo al teniente coronel Aquino García.
"Por lo que reiteramos nuestra solicitud, salvo su mejor parecer, en el sentido de que se proceda a rescindir el contrato entre esta institución y la Constructora Americana, para la construcción del edificio que alojará nuestras oficinas, además nuestra recomendación de que se intime a la citada empresa a devolver la cantidad de 12 millones, dinero que fue avanzado y que no está invertido en la obra", añade en el oficio.
La construcción del edificio de la ARS-FFAA, de acuerdo al contrato firmado, tenía una duración de tres meses, pero tiene un año tardío, y la empresa se comprometió a pagar mil pesos por cada mes de retraso.
Según fuentes, Encarnación Quevedo entiende que su destitución obedece a que estaba saneando la ARS militar y creaba la expectativas para que se desarrollara y funcionara bien.
En un informe del ingeniero Arturo Aníbal Rincón Veras, coronel del Ejército y quien fue encargado de la supervisión de la construcción del edificio de la ARS-FFAA, en fecha 20 de septiembre del 2006 explica que la cubicación general de la obra es de RD$21,604,516,26, con una partida faltante de RD$202,664.93, mientras que el valor total de la cubicación fue de RD$35,472,399.82.
Ese valor no incluye cargos por penalidades de gastos mensuales de alquiler y otros por retraso en la terminación del edificio.
En base a esa auditoría y en respuesta a una solicitud de avance de la Constructora Americana para realizar otra etapa del edificio, el general Dalvert Polanco Arias envió una comunicación el 7 de agosto del 2006 en la que rechaza erogación de partidas económicas.
"En razón de que al día de la fecha se le han realizado pagos por un monto total de RD36,317,081.47 y conforme a una auditoría realizada a dicha construcción por una comisión de profesionales del área de la ingeniería, contadores y abogados de las Fuerzas Armadas, determinó que los pagos realizados no se correspondían con el desarrollo de la ejecución de la obra", dice dicha comunicación.
Los plásticos fueron rechazados porque no tienen ninguna seguridad y podrían ser falsificados, según se supo en fuentes de la ARS-FFAA envuelta en cuestionamientos económicos por la construcción de un edificio y materiales faltantes en almacén para los carnés a militares afiliados.
La sustitución del director de la ARS-FFAA, general de brigada Matías Damián Encarnación Quevedo, supuestamente por instar a investigar en torno al faltante de 13 millones de pesos en la construcción del edificio, hizo público el lío que data de más de un año y por el que el secretario de las Fuerzas Armadas, teniente general Ramón Antonio Aquino García, había dispuesto varias auditorías.
Se supo que al separarse la ARS del Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas, este último organismo exigía la transferencia de 150 millones de pesos del descuento de un 2.7 por ciento de los sueldos de los militares, a lo que se oponía el general Encarnación Quevedo por no haber soportes contables y legales.
Ese impasse de una junta mixta del ISS-FFAA y la ARS-FFAA llegó hasta el despacho del teniente general Aquino García, quien dispuso una investigación que concluyó con que esos fondos, descontados de los sueldos de los militares desde 2004 hasta febrero de 2006, no tenían que ser transferidos por no haber deuda.
Se dijo que el general Encarnación Quevedo cayó en desgracia cuando solicitó, mediante el oficio 001218 del 23 de noviembre de 2006, rescindir el contrato de construcción del edificio con la empresa Constructora Americana, y que se exigiera la devolución de 13 millones de pesos faltantes por cubicación, según la auditoría de una comisión de ingenieros de las FFAA.
"Es oportuno señalar que en dichas comunicaciones, la firma Constructora Americana expresa su disposición de continuar con la ejecución de la obra, pero no hacen alusión de las partidas correspondientes a los avances entregados por esta institución y que no fueron ejecutados por la referida firma y que motivó el impasse de la paralización de los trabajos", dice un párrafo del oficio del general Encarnación Quevedo al teniente coronel Aquino García.
"Por lo que reiteramos nuestra solicitud, salvo su mejor parecer, en el sentido de que se proceda a rescindir el contrato entre esta institución y la Constructora Americana, para la construcción del edificio que alojará nuestras oficinas, además nuestra recomendación de que se intime a la citada empresa a devolver la cantidad de 12 millones, dinero que fue avanzado y que no está invertido en la obra", añade en el oficio.
La construcción del edificio de la ARS-FFAA, de acuerdo al contrato firmado, tenía una duración de tres meses, pero tiene un año tardío, y la empresa se comprometió a pagar mil pesos por cada mes de retraso.
Según fuentes, Encarnación Quevedo entiende que su destitución obedece a que estaba saneando la ARS militar y creaba la expectativas para que se desarrollara y funcionara bien.
En un informe del ingeniero Arturo Aníbal Rincón Veras, coronel del Ejército y quien fue encargado de la supervisión de la construcción del edificio de la ARS-FFAA, en fecha 20 de septiembre del 2006 explica que la cubicación general de la obra es de RD$21,604,516,26, con una partida faltante de RD$202,664.93, mientras que el valor total de la cubicación fue de RD$35,472,399.82.
Ese valor no incluye cargos por penalidades de gastos mensuales de alquiler y otros por retraso en la terminación del edificio.
En base a esa auditoría y en respuesta a una solicitud de avance de la Constructora Americana para realizar otra etapa del edificio, el general Dalvert Polanco Arias envió una comunicación el 7 de agosto del 2006 en la que rechaza erogación de partidas económicas.
"En razón de que al día de la fecha se le han realizado pagos por un monto total de RD36,317,081.47 y conforme a una auditoría realizada a dicha construcción por una comisión de profesionales del área de la ingeniería, contadores y abogados de las Fuerzas Armadas, determinó que los pagos realizados no se correspondían con el desarrollo de la ejecución de la obra", dice dicha comunicación.