Thursday, December 31, 2009

Reflexiones de Andrés L. Mateo

Publicado por Guasabara.com

Reflexiones de fin de año
¡Oh, Dios! En el tiempo difluente que sólo tú dominas, ¿qué ha sido de aquel muchacho colérico que alzaba sus puñitos rosados contra el cielo, ante toda injusticia? El fin de año le pone a uno la máscara de la dulzura, pero es, al mismo tiempo, la conciencia de que algo irrecuperable ha ocurrido en nosotros.
Yo me refugio siempre en los años sesenta del siglo pasado, que retozan en mi memoria como un viejo esqueleto de pasiones, erguido y trepidante en el vértigo de la nada. ¿Cuál, de los muchos que fui en mi miedo, habrá quedado tras el derrumbe de los sueños?
Con la muerte de Trujillo, creíamos que estábamos ingresando en la realidad, y ahora, cuarenta y ocho años más tarde, comprendemos que habíamos sido hechizados por un sueño que se parecía a ella, por una sublime utopía que no se nos antojaba inverosímil por el simple hecho de que era razonable.
Nada de eso ocurrió. Descendiendo del heroísmo a la ambición, de la ambición al encanallamiento, la definición última, irreductible, del hombre y la mujer de esos años duros, se situó más lejana.
¡Oh, Dios! En el tiempo difluente que sólo tú dominas, ¿qué ha sido de aquel muchacho colérico que alzaba sus puñitos rosados contra el cielo, ante toda injusticia?
UN POEMA
Profundo y no marcado/ como la otra cara del cielo/flaca a sus pies la tierra/ el solitario teje/ trémula e inocente/ la endecha de sus días./ Ha escarbado la esperanza/ hasta las lágrimas/ y sabe -como dijo el poeta- / “que cuanto salve en el rayo/ se conservará puro eternamente”./ Humo de bajas casas,/ asfalto que hollan los hombres,/ la calma de la ciudad cayendo como lluvia,/ la cuchillada más profunda que el grito/ el corrupto y el corrompido/ compartiendo la mesa,/ y en el pezón de la tormenta/ pequeños barcos de sueños/ bamboleándose, al garete./ Con todo el azul que ama/ sobre su cabeza,/ en una media isla sin descifrar,/ al remate de un año que estima/ le ha sido robado/ el solitario teje/ trémula e inocente/ la endecha de sus días.
PANFLETOS
UNO. No Hay ningún paraíso donde pueda entrar. Quizá todo hubiera sido distinto si no hubiera estado ahí, pero mi único bien verdadero es esta certeza.
DOS. Los desahuciados regresamos por el río de Heráclito. Los recuerdos irán siempre en nosotros. He envejecido, pero alguna vez tuve elocuencia y fui bello. Ella, también, sabe por qué he regresado.
TRES. En primer lugar, es amando, haciendo, que uno puede estar en el mundo. Yo no soy sino un hombre. ¿Hay algún otro camino?
CUATRO. ¿Cuál es la presa tangible de la plenitud de mis actos? Yo, que estoy pensando ahora, puedo elegir mi prójimo a conveniencia? Por este camino, terminaría cantando la balada del irresponsable http://www.clavedigital.com/App_Pages/Opinion/Firmas.aspx?Id_Articulo=16514--

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