ALBERTO CAMINEROLa comisión económica del Partido revolucionario Dominicano (PRD) pidió hoy al Gobierno informar al país los detalles de las operaciones de compra de Edesur y la venta de Refidomsa, porque las mismas pueden esconder serios perjuicios a la económica y soberanía del país y falta de transparencia.
“No se trata de cuestionar estas operaciones en su forma, sino aclarar susdetalles o lo que se esconde detrás de ellas.”, explicó en rueda de prensa Arturo Martínez Moya.
El documento leído por Martínez Moya explica que “no conforme con hundir al país en una profunda crisis económica, derivada del manejo fiscal irresponsable y del sesgo anti exportador de su política monetaria, el Gobierno profundiza su práctica, nadatransparente, de negociar los bienes del Estado bajo un manto demisterio y con un absoluto desprecio hacia el sector empresarialdominicano”.Dijo que primero las autoridades informaron que está comprando la distribuidora Edeste a un precio que nadie sabe su monto pero que todo parece indicar estará muycerca de lo que costaron Edenorte y Edesur juntas, las dosdistribuidoras más grandes. Manipula la información y desvirtúacualquier detalle de esa operación, que es producto de la ineficacia ycorrupción que impera en el sector eléctrico, encabezado por la CDEEE. Esa ineficacia se tradujo en un fallo judicial, casi obvio de la TCWcontra la República Dominicana, que equivaldría a un pago de US$600millones.En segundo lugar, decide comprar el 50% de la acciones de la Shell enUS$110 millones, dejando sin efecto un concurso privado que estaba enmarcha. No le dijo a nadie de donde salió el dinero para esa compra,ni si la misma estuvo amarrada a los fondos de Petrocaribe desde unprincipio, dando la impresión que fue un plan preconcebido paraentregarle la refinaría a determinado cliente. Se supone que esosfondos tienen otros fines.Ahora el Gobierno informa que le venderá el 49% de las acciones deRefidomsa a PDVSA, precisamente propiedad del Gobierno de Venezuela, aun precio de US$130 millones y bajo el supuesto de que se ganará US$20millones. Pero eso puede ser totalmente falso si en esa venta seincluye el monopolio de las importaciones petrolera, donde la empresapública venezolana suministraría el 90% del petróleo que consumimos.De ser así, estaríamos haciendo un pésimo negocio perdiendo lalibertad de importar de cualquier mercado y el riesgo de un suministroextremadamente vulnerable a los vaivenes políticos de otro país.Cuando se habla de privatizar empresas del Estado, los peledeistas ysu Gobierno se han convertido en enemigos públicos del libre mercado yde la iniciativa privada, ofendiendo e insultando a cualquier voceroempresarial que le reclame transparencia. Irrespetan susrecomendaciones y desprecian cualquier opinión que provenga de susorganizaciones. Nadie sabe que hay envuelto en estos negocios que semanejan con total hermetismo.Pero así se maneja todo en esta administración de Leonel Fernández, alpunto que violan consistentemente la ley de acceso a la libreinformación que toda persona o institución tiene derecho a reclamar.El caso del Metro es el mejor ejemplo. ¿Cuánto costó ese proyecto? Esonunca se sabrá.Nadie se imagina el efecto destructivo en la inversión extranjera, deeste manejo poco transparente del Estado Dominicano en susoperaciones, siempre ocultas y a veces ilícitas, como sucedió con elpréstamo de la Sunland, que violó abiertamente la Constitución de laRepública. El que viene desde el exterior a invertir su dinero en elpaís, simplemente encuentra a un Gobierno que constantemente viola suspropias leyes y que actúa con total desprecio a la transparencia desus instituciones.
“No se trata de cuestionar estas operaciones en su forma, sino aclarar susdetalles o lo que se esconde detrás de ellas.”, explicó en rueda de prensa Arturo Martínez Moya.
El documento leído por Martínez Moya explica que “no conforme con hundir al país en una profunda crisis económica, derivada del manejo fiscal irresponsable y del sesgo anti exportador de su política monetaria, el Gobierno profundiza su práctica, nadatransparente, de negociar los bienes del Estado bajo un manto demisterio y con un absoluto desprecio hacia el sector empresarialdominicano”.Dijo que primero las autoridades informaron que está comprando la distribuidora Edeste a un precio que nadie sabe su monto pero que todo parece indicar estará muycerca de lo que costaron Edenorte y Edesur juntas, las dosdistribuidoras más grandes. Manipula la información y desvirtúacualquier detalle de esa operación, que es producto de la ineficacia ycorrupción que impera en el sector eléctrico, encabezado por la CDEEE. Esa ineficacia se tradujo en un fallo judicial, casi obvio de la TCWcontra la República Dominicana, que equivaldría a un pago de US$600millones.En segundo lugar, decide comprar el 50% de la acciones de la Shell enUS$110 millones, dejando sin efecto un concurso privado que estaba enmarcha. No le dijo a nadie de donde salió el dinero para esa compra,ni si la misma estuvo amarrada a los fondos de Petrocaribe desde unprincipio, dando la impresión que fue un plan preconcebido paraentregarle la refinaría a determinado cliente. Se supone que esosfondos tienen otros fines.Ahora el Gobierno informa que le venderá el 49% de las acciones deRefidomsa a PDVSA, precisamente propiedad del Gobierno de Venezuela, aun precio de US$130 millones y bajo el supuesto de que se ganará US$20millones. Pero eso puede ser totalmente falso si en esa venta seincluye el monopolio de las importaciones petrolera, donde la empresapública venezolana suministraría el 90% del petróleo que consumimos.De ser así, estaríamos haciendo un pésimo negocio perdiendo lalibertad de importar de cualquier mercado y el riesgo de un suministroextremadamente vulnerable a los vaivenes políticos de otro país.Cuando se habla de privatizar empresas del Estado, los peledeistas ysu Gobierno se han convertido en enemigos públicos del libre mercado yde la iniciativa privada, ofendiendo e insultando a cualquier voceroempresarial que le reclame transparencia. Irrespetan susrecomendaciones y desprecian cualquier opinión que provenga de susorganizaciones. Nadie sabe que hay envuelto en estos negocios que semanejan con total hermetismo.Pero así se maneja todo en esta administración de Leonel Fernández, alpunto que violan consistentemente la ley de acceso a la libreinformación que toda persona o institución tiene derecho a reclamar.El caso del Metro es el mejor ejemplo. ¿Cuánto costó ese proyecto? Esonunca se sabrá.Nadie se imagina el efecto destructivo en la inversión extranjera, deeste manejo poco transparente del Estado Dominicano en susoperaciones, siempre ocultas y a veces ilícitas, como sucedió con elpréstamo de la Sunland, que violó abiertamente la Constitución de laRepública. El que viene desde el exterior a invertir su dinero en elpaís, simplemente encuentra a un Gobierno que constantemente viola suspropias leyes y que actúa con total desprecio a la transparencia desus instituciones.
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