Wednesday, March 14, 2007

Las angustias de los pensionados FFAA




Por Eurípides Antonio Uribe Peguero
Ex jefe Estado Mayor de la Marina de Guerra



Los pensionados de las Fuerzas Armadas y sus familiares, no parecen representar un grupo electoral significativo, que por esa razón merezca la atención de los políticos, y por otro lado, sus necesidades, tampoco son prioridad de los principales responsables militares. La indolencia de los gobernantes y la despreocupación de los mandos militares activos por la suerte del personal militar en retiro, determinan las calamidades que este personal padece por falta de las atenciones necesarias para resolver sus necesidades más elementales.
A veces tenemos posiciones que nos dan influencia y poder de decisión, sin embargo, nos adherimos a la apatía del que nada necesita, no se perturba por las necesidades ajenas y da la espalda al que de todo carece. Los pensionados que tuvimos la suerte de alcanzar más jerarquía, tenemos el beneficio de una pensión, aunque modesta, menos onerosa que la que tiene más del 80% de los demás jubilados. Pero esto no puede hacernos indiferentes ante las penurias que pasa la mayoría. Algo puede hacerse para mejorar las condiciones de vida de este personal, no podemos seguir siendo insensibles ante la persistente angustia que padecen. La atención debida se requiere por igual, al gobierno y al mando militar activo. Se trata de reformular la política de asistencia social que se le presta.
Distinto a otros países donde se espera el momento del retiro para disfrutar del descanso y las atenciones que el Estado ofrece en forma satisfactoria a sus antiguos servidores, no sin razón, los militares dominicanos prefieren permanecer activos y son renuentes al retiro cuando el tiempo del mismo les llega. Esto hace posible la existencia de militares que rebasan los 60 y 70 años, a pesar de que las fuerzas a penas le sirven para llevar un arma al cinto o vestir su uniforme militar con garbo.
La primera gran desventura de un pensionado del Estado, es que el responsable de sus atenciones (el mismo Estado), no le resarce económicamente como amerita, cuando termina su labor como servidor activo. La exigua mensualidad que recibe la mayoría de los pensionados, no se corresponde con el sacrificio que hicieron la mayor parte de sus vidas. Por otro lado, el sistema de seguridad social de las Fuerzas Armadas, no les cubre ni siquiera en una forma medianamente satisfactoria. Contradictoriamente, cuando estas personas han perdido sus habilidades físicas y son más vulnerables a los quebrantos, propios de la edad, es que menos apoyo recibe del empleador que utilizó los años más provechosos de su vida.
El Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (ISFA), se creó para "mejorar la calidad de vida del soldado dominicano", pero la cobertura de los beneficios que ofrece, no incluye a este personal en su condición de retiro. Los planes de este instituto, sobre viviendas, de salud, oferta de medicinas baratas, préstamos personales, planes de defunción, de estudios para hijos, etc., solamente benefician al militar activo.
El esquema operativo del Hospital Central de las Fuerzas Armadas, privilegia al militar activo y aunque permite la atención médica a los militares en retiro, esto se ofrece en forma limitada. No son pocos los retirados que frecuentemente son humillados cuando asisten a este Hospital en procura de un servicio médico, que aunque se le ofrece, ocasionalmente se le hace sentir con sutilezas que sus atenciones corresponden al personal activo en forma preferente. Aunque durante el gobierno pasado se crearon unas pocas clínicas para atender exclusivamente al militar retirado, estas son afectadas por la falta de recursos para un desenvolvimiento satisfactorio.
Los retirados debían recibir las atenciones médicas a través de las facilidades de la Hermandad de Pensionados de las Fuerzas Armadas, pero esta institución no cuenta con los medios para hacerlo. La Hermandad de Pensionados luce un lastimero refugio de ex militares ancianos y enfermos, donde estos acuden en procura de la solución de problemas económicos y de salud que nunca se les resuelven satisfactoriamente.
El día 30 de Enero pasado, los pensionados de las Fuerzas Armadas, escenificaron manifestaciones violentas frente a la Hermandad de Pensionados. Reclamaban el pago mensual que reciben en su calidad de retiro. Esto debió hacerse el 25 de enero y en aquella fecha, el pago aun no se realizaba. Percibimos la indiferencia e incomprensión de muchos medios ante estos infelices reclamantes. Se minimizaba el hecho diciendo que apenas habían pasado 5 días de la fecha en la cual el pago debió hacerse, por lo que no se justificaba su reclamo.
Parecían ignorar que 2,000 o 3,000 pesos que recibe una de estas personas envejecientes, puede ser todo el ingreso familiar de alguien que ya no tiene fuerzas para obtener otros recursos. Es fácil decir desde la comodidad de un escritorio o de un micrófono, que ellos alteraban el orden público, cuando el gobierno insensible, permitía la alteración del ciclo de entrega del único medio que cuentan para sostenerse. Resultaron anodinas las explicaciones que dieron los responsables del retraso cuando decían que se debía a que se estaba estableciendo el sistema de pago por tarjetas y muchos de los retirados no tenían su cédula al día. Cuando el pago fue hecho por cheques el día primero de febrero, se comprobó que no era de esa manera. Fue una simple excusa de los responsables para ocultar un descuido que no se produce nunca con los servidores activos.
El insensible que no carece de nada, desconoce a cuales extremos puede llevar a un hombre la desesperación, cuando enfrenta obstáculos para conseguir el medio del sustento cotidiano. De ahí las críticas a la reacción de los pensionados el día 30 de enero.
En noviembre del año pasado, se descubrió un fraude en el departamento de Jubilaciones y Pensiones de la Secretaría de Estado de Finanzas. Empleados de ese departamento habían utilizado cheques por más de 50 millones de pesos pertenecientes, tanto a personas fallecidas como a humildes pensionados que por alguna razón no los reclamaron. Entre estas personas timadas existen muchos retirados de otras instituciones de la administración pública, pero entre los afectados está también una gran cantidad de pensionados militares. Los retirados de cualquier institución corren la misma suerte. Todos fueron afectados por esta irregularidad.
Además de que el Estado trata con insensibilidad a sus antiguos servidores, también los propios empleados públicos abusan robándoles sus exiguos recursos y hasta sus antiguos compañeros de institución a veces desdeñan de su condición.
No se explica cómo una sociedad que dice avanzar hacia el desarrollo, adolece de estas deficiencias en las atenciones que merecen estas personas si una de las características de las sociedades desarrolladas, es el esmero con que son atendidos sus envejecientes y retirados.
Mientras la situación de la mayoría de los pensionados del Estado, importa un bledo a gobernantes insensibles, pendientes más de sus propios beneficios que del bienestar de sus gobernados, y en especial, de una población envejeciente que ya desgastó su vida al servicio de quien, prácticamente le abandona a su suerte, se hacen posible jugosas pensiones a funcionarios y otros servidores, que a penas han trabajado 4, 2 y hasta un solo año en el Estado. Frente a esto, un teniente pudo haber entregado más de 30 años de su vida útil al servicio de la patria, y al final se le regatea hasta un miserable sueldo de cinco mil pesos, que en lugar de eso debía ser duplicado.
En este proceso electoral, y sin que haciéndolo se incurra en una nueva forma de mentir para ganar prosélitos y conseguir el favor del voto, ¿se anima algún candidato presidencial a hacer una oferta realista para mejorar las condiciones de los pensionados desde un gobierno encabezado por él?

2 comments:

Anonymous said...

ESTIMADO COMPUEBLANO EURIPIDES:ES DE MUCHO PESAR LO QUE ESCRIBES,PERO LAMENTABLEMENTE ES POR ESOS CASO Y DEMAS QUE LA BARBARIE DE EL TERCER MUNDO SEGUIRA SIENDO CADA DIA MAS PEOR.COMO ES POSIBLE QUE LOS GOBIERNOS DE MANDO EN NUESTRO PAIS SE CENTRALIZEN SOLO EN BENEFICIAR A LOS QUE SE CODEAN EN LAS ALTURAS,YO FUI MIEMBRO DE EL EJERCITO COMO RECLUTA Y ME DI CUENTA A TIEMPO QUE ESE NO ERA MI MEDIO Y ME "JUI" A TIEMPO PARA NO ESTAR HOY EN LA CONDICION DE ESOS MILES DE SERES QUE ESTUVIERON EN LAS FILAS MILITARES,MENDIGANDO ESOS MISEROS PESOS QUE NO DAN PARA PAGAR EL CONSUMO EN LO MAS MINIMO.

GRACIAS: HATERO,FLORIDA,USA

Anonymous said...

DISTINGUIDO SENOR, SU PRECUPACION ES MUY IMPORTANTE, PERO ME PARECE QUE ESTA ENFOCANDO DE MANERA INADECUADA SU DEMANDA. CON LA NUEVA LEY DE SEGURIDAD SOCIAL EN VES DE PEDIR BENEFICIOS PARA LOS JUBILADOS MEJOR ES ENCAMINAR ACCIONES CON LA INSTITUCIONES QUE TIENEN QUE VER CON ESOS SERVICIOS COMO LO ES EL SENASA EN EL ASPECTO DE SALUD.
DE NADA SIRVE AL ESTADO SEGUIR ATOMISANDO LAS ESTRUCTURAS CUANDO LO QUE SE DEBE HACER ES FORTALECER LAS EXISTENTES CONOCIENDO LA NORMAS Y EXIGIENDO QUE SE CUMPLAN ADEMAS DE ORIENTAR A LOS ACTIVOS PARA QUE EN SU RETIRO TENGO CONOCIMIENTO DE LAGUN TECICA QUE LE AYUDE A TENER INGRESOS COMPLEMENTARIOS

humberto santo domingo estes