pobredumbre politiquera

Juan Pablo Duarte dijo: Sed justo, lo primero.....









Devoran presente y comprometen


el futuro de los dominicanos

Por Ing. Luis Orlando Díaz Vólquez

Un aspecto tan sensible como el de la salud de los ciudadanos de un país, debe ser motivo, tanto para las autoridades que les gobiernan, como para la sociedad en su conjunto, más que de preocupación, de prioridad y creatividad en la búsqueda de soluciones a través de planes que se conciban con sana voluntad política, inspirada en formar un capital humano competitivo, de cara a los nuevos retos de la ágil economía del siglo XXI.
En ese orden, se inscribe la formación de la niñez, la cual debe desarrollarse en un ambiente sano, provisto de las herramientas necesarias con la que se le brinde salud y una educación de calidad, derecho que le consagra la Constitución, por tanto, una obligación del Estado, quien está compelido a jugar un rol preponderante en la atención de sus infantes, protagonistas de nuestro futuro como nación.
Son nuestros niños los llamados a enfrentar el mañana, hacia el cual transitarán por las autopistas o los caminos pedregosos que le leguemos, acorde a la calidad del trabajo y las proyecciones de las políticas que formulemos los adultos de hoy, como de las circunstancias y procesos propios de la época que les tocará vivir, en la que sí importará cuán formados y saludables estarán para encararlos.
En ese tenor, las desviaciones que observamos en un sector del liderazgo nacional, parecen trillar un camino opuesto, errático por demás, en su concepción del futuro de la nación dominicana, distrayendo su atención en depredar todo lo que le queda a su paso, aplicando políticas de Estado de modelo económico regresivo, de espalda al progreso y bienestar de la gente, que enriquece a unos pocos, en detrimento de las grandes mayorías, quienes sufren las consecuencias de sus desmanes.
Se ensancha cada vez más la brecha social, discriminando, provocando exclusión, conformando grandes masas de pobreza en ciudades y campos, con la secuela que trae consigo la marginalidad, caldo de cultivo de flagelos como la criminalidad, drogadicción, corrupción, impunidad, clientelismo, falta de transparencia, inseguridad jurídica y la toda una degradación institucional que arropa y corroe las cimiente de la patria, a niveles preocupantes.
Observamos atónitos, como el ejercicio político se debilita diluyéndose en negocios, puro negocios, al margen de sensibilidad social alguna.
Mientras el oficialismo adeuda más de 60,000 millones a la Seguridad Social, con lo que boicotea el desarrollo de la nación, la lucha contra la pobreza y afecta directamente el interés de la gente, negándoles su salud y su pensión, en fin, su estabilidad, opera con criterio de negocio programas sociales como el desayuno escolar, que mueve $3,000 millones de pesos anuales, suma que debería promover la nutrición y desarrollo de los niños pobres que asisten a las escuelas públicas, e incentivar la producción de leche local. En cambio, se destina a engordar las arcas de unos pocos comerciantes e importadores, que venden, como sustituto de la leche, una fórmula láctea, que no contiene los nutrientes de la leche, ya que ésta es insustituible, porque posee los componentes requeridos para la buena nutrición, y desarrollo de la niñez.
La leche fresca, tipo A, contiene 87.4% de agua, 3.9% de grasa, proteínas 3.3%, lactosa y minerales. En cambio, la fórmula sintética que sirven en el desayuno de las escuela públicas del país, es un fórmula de suero lácteo, de productos sobrantes del proceso de elaboración del queso, compuesta por 85% de agua, 6% de leche en polvo, 2% de suero de leche, 6% de sólidos, azúcar y estabilizadores.
Como opción, nunca debió elegirse esta fórmula infame para nuestros infantes. El arrogante oficialismo gobernante ha llegado al colmo de irrespetar que la leche es un imperativo en la formación de los niños, requisito indispensable para evitar la osteoporosis y su formación intelectual.
El drama de los productores nacionales de leche, en su demanda para se le incluya su producto en las raciones alimenticias de desayuno escolar, tuvo su génesis, cuando creyendo en las promesas de campaña del Presidente Leonel Fernández, del Partido de la Liberación Dominicana, quien les aseguró que en el gobierno que hoy encabeza, aumentaría la compra de leche nacional para el desayuno escolar a ese sector, de un pírrico 15 a 20%, que aún hoy se le compra, a un 50% en una primera etapa y luego trabajar para lograr la meta inmediata tecnificando la ganadería, para que la inversión nacional supliera en su totalidad la demanda de ese programa social.
Sin embargo, los hechos lo desmienten, todo quedó en palabras y a más de dos años de ejercicio, los ganaderos recuerdan al Presidente Fernández que cumpla con la palabra empeñada y haga realidad su promesa.
En ese tenor, se pronunció el pasado domingo 13, el presidente del Patronato Nacional de Ganaderos, Eric Rivero, en el discurso inaugural de la Feria Agropecuaria Nacional, inquiriendo al ejecutivo el cumplimiento de dicho compromiso. A la vez que pidió otras medidas de apoyo al sector, como mayor respaldo del Banco de Reservas, sacando a relucir una de las grandes debilidades del modelo económico de Leonel Fernández y el PLD, que apoya el consumo en desmedro de la producción, indicando que "quien solicita un préstamo para un tractor o un ingenio paga con mayor rapidez y puntualidad que quien lo toma para adquirir un auto de lujo o una jeepeta", sin embargo, al productor le resulta más difícil y costoso conseguir financiamiento a tasas aceptables.
Las obsoletas prácticas clientelistas desvirtúan los programas sociales, en el combate de la pobreza. Dejan sin fondos del presupuesto nacional al Instituto de Estabilización de Precios (INESPRE), y a la vez que le quitan las facilidades de permiso de importación, la otra fuente de sustento de este programa, para utilizarlo con fines poliíticos, entregándolo como premio a los tránsfugas, a comerciantes correligionarios y otras captaciones proselitistas en favor del PLD, actual partido de gobierno.
Obrar en contra del INESPRE, institución que mitigaba el hambre en los barrios carenciados de campos y ciudades y estimulaba la producción del campo, porque colocaba directamente los productos al consumidor, con miles de raciones alimenticias a precios módicos, es una iniquidad.
Así lo muestra la denuncia del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, quien advirtió que los problemas de hambre y desnutrición en la República Dominicana son crónicos, y con frecuencia son ocultados dentro del tema de pobreza. Tras informar que alrededor de 8 de cada cien niños y niñas dominicanos tienen retardo irreparable por una falta de atención específica al tema de la alimentación, así también, la FAO señala que más de 2 millones de personas (el 27% de la población) padecen de hambre, que consumen una cantidad de calorías inferior a la recomendada para mantener una vida sana y activa.
Ante tanta ignominia, el pueblo decidirá un camino correcto para su destino.
Viernes, 23 de febrero de 2007.