Las relaciones entre el gobierno y los sindicatos de choferes están "agrietadas" y "tirantes". Ese "tira y jala" es causa y consecuencia de la reforma fiscal, a la que los choferes atribuyen aumentaría los costos, mientras que las autoridades aseguran que que se debe al agiotismo de estos el aumento en el pasaje que anunciaron dispondrán, incluso amenazaron con suspenderles las licencias de rutas.
Los choferes acusaron hoy al gobierno de reprimirlos, usando a la Autoridad Metropolitana del Trasnporte, (AMET), para amedrentarlos.
En ese "pulso" hay que ver quien cede al otro. Veremos.