Los partidos no les interesan que los controlen

ALBERTO CAMINERO

La Ley de Partidos y Agrupaciones Políticas y Ley de Registro Electoral son legislaciones buscan poner mayor control a esas organizaciones, acostumbradas a manejarse a sus anchas, sin limitaciones en el aspecto administrativo de los recursos en campaña, tanto en el financiamiento del Estado en campaña como los que reciben de particulares.
Asimismo, esas leyes controlarán las promociones del Gobierno y de los cabildos en tiempos de campaña y fija en 12 años la edad para conceder a un ciudadano cédula de menor.
Otra de las cosas que se limita son el llamado transfuguismo, la compra de conciencia, que no es más que la práctica de dirigentes políticos que cuando ocupan un cargo deciden  pasar de una parcela a otra, a su conveniencia.
La Ley de Partidos otorga la propiedad de las posiciones electivas a las agrupaciones, por lo que si un senador, diputado, síndico o regidor decide renunciar como militante o apoyar otra agrupación, tiene que hacerlo sin esa posición.
Pero no es nueva esas leyes, porque desde hace más de 12 años duermen el sueño eterno en el Congreso Nacional, sin que el Partido Revolucionario Dominicano y el Partido de la Liberación Dominicano, organizaciones que han tenido el control del Senado y la Cámara de Diputados, hayan tenido el deseo de que se aprueben.
Legislatura tras legislaturas han perimido, sin que los legisladores lo discutan, apesar de tener el "consenso" de los jefes de los partidos.
Incluso, en las pasadas elecciones del 2010, los candidatos presidenciales, el hoy presidente Danilo Medina, y el opositor Hipólito Mejía, que encabezaban coaliciones de partidos, se comprometieron en aprobar esas leyes antes de concluir el año.
La Ley de Registro Electoral y la Ley de Partidos y Agrupaciones Políticas fue una iniciativa del presidente de la Junta Central Electoral, Roberto Rosario Márquez, con técnicos de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Si estuviera en la agenda de los partidos decidir su aprobación, de seguro que hubiesen puesto su empeño en sancionarla.
Todavía el PLD, su Comité Político, analiza tres de los 31 artículos de esa ley, y dentro de 15 días conocerán otros, dándole larga, mientras Miguel Vargas Maldonado, presidente del PRD, y otros partidos piden a gritos su aprobación.
Lo mismo ocurrió en el pasado, cuando el PRD tenía el control del Congreso con 29 senadores, el PLD exigía su aprobación, pero el partido blanco no lo hizo.
Una cosa es con violín y otro con guitarra.!!!!!