POR ALBERTO CAMINEROa.caminero@elnacional.com.do
El dirigente y vocero perredeísta en la Cámara de Diputados, Neney Cabrera, recordó este sábado al ex presidente Hipólito Mejía que la reforma constitucional que propició en el 2004 resultó “nefasta para la institucionalidad del país, y particularmente para el PRD al que le provocó dos derrotas consecutivas y un serio distanciamiento de sectores que tradicionalmente fueron sus aliados”.
“Fue precisamente esa reforma de Hipólito la que abrió las puertas a la reelección de Leonel Fernández, con todo el abusivo uso de los recursos del Estado, además de propiciar una división de nuestro partido”, recordó Cabrera.
Resaltó como “una sorprendente ironía”, que el ex presidente Hipólito Mejía se dedique a cuestionar la reforma constitucional que cursa en el Congreso.
“El ex presidente Mejía parece olvidar que fue él quien propició una reforma a la Constitución única y exclusivamente para restaurar el modelo reeleccionista y presentarse como candidato presidencial en el 2004”, afirmó Cabrera.
Contrasta que “en cambio, con la iniciativa de Miguel Vargas, en los acuerdos a los que arribó con el presidente Leonel Fernández, la Asamblea Revisora prohibió la reelección presidencial desde el poder, retomando las posiciones antireeleccionistas del PRD y de Peña Gómez”.
Puntualiza que al restablecer constitucionalmente la alternabilidad democrática Vargas logró abrir las puertas de las opciones de poder a las nuevas generaciones políticas de los diversos partidos, además de permitirle al propio Mejia aspirar nuevamente a la presidencia de la República.
“Mientras que la reelección que restableció Hipólito en su Constitución lesionó al PRD y a la institucionalidad democrática e incluso causó graves estragos en la economía por los excesos del gasto en la reelección del presidente Fernández”, especificó Cabrera, “esta reforma elimina ese modelo que de haberlo querido Miguel Vargas le habría permitido presentarse para un segundo periodo en caso de que, como todo parece indicarlo, gane la presidencia de la República en el 2012”.
Agregó que esa simple comparación pone de manifiesto que mientras frente a la reforma constitucional Hipólito Mejía actuó para conveniencia propia y en perjuicio del PRD y de la democracia, Miguel Vargas ha actuado con gran desprendimiento patriótico y a favor de la institucionalidad y el liderazgo emergente.
Cabrera expuso que las críticas que sectores del país han hecho a algunos artículos aprobados por los asambleistas que discuten la nueva Constitución, deben ser escuchadas y ponderadas para evaluar sus méritos, antes de la aprobación definitiva de la misma.
También expuso que los críticos de buena fe deben releer algunos artículos aprobados ya que algunas de sus observaciones han distorsionado el sentido y el alcance de los mismos.
El dirigente y vocero perredeísta en la Cámara de Diputados, Neney Cabrera, recordó este sábado al ex presidente Hipólito Mejía que la reforma constitucional que propició en el 2004 resultó “nefasta para la institucionalidad del país, y particularmente para el PRD al que le provocó dos derrotas consecutivas y un serio distanciamiento de sectores que tradicionalmente fueron sus aliados”.
“Fue precisamente esa reforma de Hipólito la que abrió las puertas a la reelección de Leonel Fernández, con todo el abusivo uso de los recursos del Estado, además de propiciar una división de nuestro partido”, recordó Cabrera.
Resaltó como “una sorprendente ironía”, que el ex presidente Hipólito Mejía se dedique a cuestionar la reforma constitucional que cursa en el Congreso.
“El ex presidente Mejía parece olvidar que fue él quien propició una reforma a la Constitución única y exclusivamente para restaurar el modelo reeleccionista y presentarse como candidato presidencial en el 2004”, afirmó Cabrera.
Contrasta que “en cambio, con la iniciativa de Miguel Vargas, en los acuerdos a los que arribó con el presidente Leonel Fernández, la Asamblea Revisora prohibió la reelección presidencial desde el poder, retomando las posiciones antireeleccionistas del PRD y de Peña Gómez”.
Puntualiza que al restablecer constitucionalmente la alternabilidad democrática Vargas logró abrir las puertas de las opciones de poder a las nuevas generaciones políticas de los diversos partidos, además de permitirle al propio Mejia aspirar nuevamente a la presidencia de la República.
“Mientras que la reelección que restableció Hipólito en su Constitución lesionó al PRD y a la institucionalidad democrática e incluso causó graves estragos en la economía por los excesos del gasto en la reelección del presidente Fernández”, especificó Cabrera, “esta reforma elimina ese modelo que de haberlo querido Miguel Vargas le habría permitido presentarse para un segundo periodo en caso de que, como todo parece indicarlo, gane la presidencia de la República en el 2012”.
Agregó que esa simple comparación pone de manifiesto que mientras frente a la reforma constitucional Hipólito Mejía actuó para conveniencia propia y en perjuicio del PRD y de la democracia, Miguel Vargas ha actuado con gran desprendimiento patriótico y a favor de la institucionalidad y el liderazgo emergente.
Cabrera expuso que las críticas que sectores del país han hecho a algunos artículos aprobados por los asambleistas que discuten la nueva Constitución, deben ser escuchadas y ponderadas para evaluar sus méritos, antes de la aprobación definitiva de la misma.
También expuso que los críticos de buena fe deben releer algunos artículos aprobados ya que algunas de sus observaciones han distorsionado el sentido y el alcance de los mismos.
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