Thursday, April 23, 2009

Después de Leonel, Hatuey.


POR Rafael Gamundi Cordero

Leonel es un erudito. Hombre de una cultura a la vez que ancestral, moderna yexquisita; poseedor de una educación hogareña y capacidad especial, no sólopara cautivar personalidades tan diferentes como Juan Bosch, Joaquín Balaguer,Fidel Castro e Hillary Clinton, sino para comunicarse con las masas del país, den-tro de las que se cuentan agresivos rivales, de modo suave, escuchando conaparente tolerancia y comprensión, tan marcada, que lo hacen atractivo y casi in-vulnerable a los ataques propios de una oposición combativa, por lo que sólola ley y el rechazo popular, lo frenan, en las aspiraciones continuistas que pueda albergar él mismo y/o sus seguidores.
Dulce en el trato, respetuoso y prudente en el decir, es un adversario difícil de vencer, aunque el ataque sea fiero. Hay que vencerlo, utilizando tal vez, artes y ciencias políticas y de comunicación similar a las suyas. Empleando las técnicas del yudo. Pero hay que vencerlo.
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Y cuando hablo de vencerlo, no me refiero a destruir su imagen de hombre público,
ni dañar mediante maniobras no santas su moral personal. Me refiero a
la política electoral, así como, a la reelección, aunque parece imposible que
logre superar las barreras constitucionales que lo detienen. Es evitar que después
del poder pueda seguir fortaleciendo con su prestigio, el tipo de Estado
que una vez advirtió que era necesario eliminar e instaurar otro que garantizara, trabajo, salud y educación, sin que hasta ahora se haya dignado, podido o
atrevido emprender esa necesaria tarea para la modernización y grandeza de
la nación que gobierna.
Leonel desde la oposición, podría resultar más poderoso e influyente que Joaquín Balaguer, ya sea desde la ONU o la OEA, y cualquier otra institución internacional, o desde sus oficinas particulares, dado el liderazgo nacional mantenido y el respaldo de personalidades políticas importantes que le favorecen, pudiendo desatar grandes movimientos en favor de sus intereses particulares, partidarios y de clase.
En este hombre, se ha dado el caso de que los extremos se tocan.: Las reflexiones de Fidel Castro, el más prestigioso líder político latinoamericano del siglo pasado y lo que va del presente, lo catapulta como gran dirigente, superando elogios y calificaciones designados a sus aliados, al tiempo que Hillary Clinton, llega tan lejos como nunca antes lo hiciera el prepotente poder yanki , pidiéndole ser intermediario entre los Estados Unidos, el tiburón, y América Latina, la sardina, su víctima.
Pero con la salida del presidente Fernández del gobierno, debe tocar fin el poder de la oligarquía. Hay que impedir que ésta se subrogue en otro partido o cualquiera de sus representantes políticos empresariales o militares, y mucho menos que el país caiga en manos de genuflexos y traidores que sirvan al narcotráfico y la corrupción. Como podría suceder mediante las elecciones congresuales y municipales a celebrarse próximamente. De ahí es que en HATUEY y el PRSD, está LA SOLUCION.
Hatuey no sólo es hombre culto y educado, sino además firme en sus convicciones
y principios. Sabe escuchar y polemizar con decencia y altura, buscando
la participación de todos, aún de sus rivales, en la solución de los problemas
comunes.
Hatuey se atrevería a implementar desde el gobierno la política agropecuaria y
y agroindustrial que en poco tiempo eleve la calidad de vida de más de 5 millones
de campesinos hundidos en la miseria, víctimas de toda clase de injusticias
sociales y jurídicas., lo mismo que millones de habitantes de las barriadas pobres condenados a una vida verdaderamente inhumana.
Hatuey, como hijo de maestra, artista y hacendado, está consciente del valor e importancia de la educación y la salud para sacar de la pobreza y el dolor a más
del 80% de la población que gobiernos van y gobiernos vienen sin que resuelvan su drama, sino que se intensifica. Conoce la tecnología que asegura la productividad y
el fortalecimiento empresarial dentro de un ambiente social y popular.
Hatuey goza de respeto internacional sólido y de seguro pondría a la República
Dominicana a la altura de las naciones desarrolladas y civilizadas del mundo.
Hatuey es un político irreductible en los campos de la moral y los principios y es
poseedor del temple de acero y el espíritu humanista que en estos tiempos se ha
de tener para luchar con efectividad contra la corrupción, el narcotráfico y la
pobreza. Además, su palabra es un templo a la verdad, la justicia y la seguridad.
Cualquier otra cosa, a la salida de Leonel, que no sea Hatuey De Camps Jiménez sería un grave retroceso político, social y económico para la nación. HATUEY ES
LA SOLUCION, porque tiene valor, capacidad y voluntad para transformar el Estado
y convertirlo en una herramienta de desarrollo, progreso, paz y bienestar al servicio de los dominicanos.
Rafa Gamundi: es un histórico y destacado líder político, comandante de la Revolución de Abril del 1965 y reconocido orador y estratega organizador de masas

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