Doctor Ramón B. Martínez Portorreal
Obviamente que no voy a ceder.
Se ha tejido una maraña de silencio en torno al defensor del pueblo. Se quiere que todos olvidemos que la ley 19/01 del 1 de febrero del 2001, creó la figura jurídica del defensor del pueblo y los intereses partidarios se han mancomunado para darle larga al asunto y no designar la persona adecuada para continuar la lucha por la institucionalidad del país, único y último recurso que nos queda, antes de caer en el caospolítico y la cualquierización de la sociedad dominicana.
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